Por Vicente Gambau i Pinasa, col. 8.916, presidente del Consejo COLEF.
Los/as educadores/as físico deportivos/as desempeñan un papel fundamental en ese binomio deporte-salud, y eso se puede decir no solo de aquellos/as que se dedican de forma directa a implementar programas de ejercicio físico como coadyuvante al tratamiento en contextos de colaboración con profesionales sanitarios, sino también en otros ámbitos como la docencia, la preparación física, la dirección técnica deportiva, etc.
Deporte y salud son un binomio inseparable, siempre y cuando la dosis de lo primero sea adecuada, ni en exceso, ni en defecto. Nadie pone en duda a día de hoy que el ejercicio físico representa una práctica beneficiosa para todas las personas, sanas o con patologías.
Las variables que han acercado la educación física y deportiva para la salud de la ciudadanía, adaptada a cada individuo, se han perfeccionado, especialmente en las últimas décadas, en el marco de la investigación en el ámbito de las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
La ciencia que han realizado los/as educadores/as físico deportivos/as, integrados en equipos multidisciplinares, de momento ha demostrado que hay 26 enfermedades que mejoran con ejercicio físico y 35 enfermedades crónicas empeoran por falta de actividad física.
Como toda profesión en la que la práctica basada en la evidencia científica es el criterio diferenciador entre la mediocridad y la excelencia, los/as educadores/as físico deportivos/as llevan el conocimiento generado en investigación al día a día de sus actividades profesionales. Por eso, estos profesionales desempeñan un papel fundamental en ese binomio deporte-salud, y eso se puede decir no solo de aquellos/as que se dedican de forma directa a implementar programas de ejercicio físico como coadyuvante al tratamiento en contextos de colaboración con profesionales sanitarios, sino también en otros ámbitos como la docencia de la educación física cuando se realizan adaptaciones curriculares por motivos de salud del alumnado, en la preparación física cuando los/as deportistas tienen alguna condición especial de salud, en la dirección técnica deportiva cuando la planificación debe adaptarse a poblaciones especiales, etc.
La legislación autonómica de regulación profesional en el ámbito del deporte está siendo clara en este punto, y cuando se trata de implementar servicios deportivos en personas con cualquier condición especial o problema de salud, indica como requisito que las personas profesionales han de estar tituladas en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Además, este título integra entre sus áreas de competencia la prevención, adaptación y mejora del rendimiento físico-deportivo y de la salud mediante la condición física y el ejercicio físico en poblaciones de carácter especial (personas mayores, escolares, personas con discapacidad y personas con patologías, problemas de salud o asimilados).
Resulta evidente que los/as educadores/as físico deportivos/as desarrollan su acto profesional también en el ámbito de salud. Sin embargo, había colectivos que lo ponían en duda. Por eso, la respuesta ofrecida por la Subdirección General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social al Consejo COLEF ha sido una noticia muy importante, ya que reconoce directamente las competencias de los educadores/as físico deportivos/as como agentes de salud.
El informe ofrecido por dicha Subdirección supone un criterio alineado con la normativa vigente y en consonancia con el concepto de Salud Pública en el que las profesiones sanitarias y las que no lo somos debemos trabajar en común para el cuidado de la ciudadanía. Pero, sobre todo, dicho informe supone un importante apoyo para seguir desempeñando nuestra profesión, tal y como llevamos haciendo décadas, empleando la educación física y deportiva para la salud de todas las personas, y avanzando hacia la ordenación estatal de la misma.
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